¿Has oído hablar de los ánodos electrónicos? En las siguientes líneas, como especialistas de dilatada trayectoria en el sector de los ánodos de protección catódica, explicamos para qué sirven y qué prestaciones ofrecen. ¡Toma nota!
Ánodos electrónicos: características principales
Los ánodos electrónicos son dispositivos diseñados para proteger, entre otras estructuras, acumuladores de agua caliente sanitaria (ACS) con revestimiento Polywarm®. Este último es un tratamiento interno anticorrosivo compuesto por resinas adecuadas para la acumulación de ACS.
Permiten, entre otras prestaciones, reducir el mantenimiento de la estructura al mínimo, ofreciendo eso sí una protección permanente siempre y cuando se cumplan de forma exhaustiva las instrucciones de montaje que se adjuntan con los ánodos.
¿Qué otras características presenta este tipo de protección?
- Los ánodos electrónicos estabilizan el potencial del electrolito mediante la aplicación de una corriente impresa generada por el propio dispositivo.
- En cuanto a su composición, el ánodo incluye una varilla de titanio, con la parte extrema activada que se inserta en el otro extremo en una pieza metálica interna (racor), del que se encuentra aislado eléctricamente.
- En la carcasa de material aislante es donde se ubica el dispositivo de alimentación, que incorpora un LED de señalización luminosa colocado en la parte frontal. Esta luz permite saber cómo está funcionando la protección: si está de color verde, nos está diciendo que funciona adecuadamente; en cambio, si se activa una luz roja, sabremos que se está produciendo alguna anomalía.
Ventajas de los ánodos electrónicos
En líneas generales, los ánodos electrónicos sirven como sistema de protección catódica y anticorrosión de tanques metálicos que contienen líquidos.
Con este tipo de dispositivos, el usuario no necesita cambiar periódicamente su ánodo de magnesio, lo que proporciona un importante ahorro en costes de mantenimiento y sustitución de maquinaria. De hecho, los ánodos electrónicos son capaces de controlar en microsegundos el potencial del electrolito, eliminando la corrosión y aumentando la vida del deposito en diez años aproximadamente.
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