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La degradación que sufren los metales al interactuar con otros elementos del ambiente que los rodea recibe el nombre de corrosión galvánica. Para evitarla, se utilizan diferentes fórmulas de protección, como los ánodos de magnesio. Pero, ¿qué elementos intervienen en el proceso de corrosión galvánica y cómo puede reducirse?  

En otras entradas hemos detallado cómo funcionan los ánodos de protección catódica para proteger sistemas como los calentadores de agua unifamiliares. También hemos hablado de la protección galvánica de cascos de hélices, buques y demás estructuras marítimas en permanente contacto con el agua. No obstante, en esta ocasión nos centramos en la protección catódica de otros sistemas que están adquiriendo gran relevancia en la actualidad, especialmente para grandes instalaciones: los acumuladores de agua caliente sanitaria (ACS) mayores de 750 litros. 

Seguro que ya has oído hablar de los ánodos de magnesio (también conocidos como ánodos de sacrificio o de protección catódica). Estos elementos se acoplan a las estructuras metálicas que, en contacto permanente con la humedad y el agua, se deterioran en favor de estas. Y es que los ánodos de protección son una solución de amplio espectro que evita el desgaste de las piezas tanto en entornos industriales (para buques o estructuras pesqueras) como domésticos (calderas, termos, calentadores…)

Y del mismo modo que en otras entradas hemos estudiado cómo funcionan los ánodos como protectores de estructuras pesadas como es el casco de un buque, para el que se suelen utilizar aleaciones de zinc y aluminio, en esta ocasión vamos a detallar cómo trabajan los ánodos de magnesio en los termos eléctricos.

Los micromotores eléctricos y neumáticos son dispositivos utilizados para dar movimiento a objetos de pequeño tamaño, resultando imprescindibles en la industria de la juguetería, del automóvil o de los electrodomésticos, pero cobran especial importancia en los procedimientos dentales. 

Concretamente, para tratar tejidos bucodentales semiduros, se utilizan dispositivos de alta precisión que van unidos a las mangueras del equipo y disponen de un sistema de conexión variable. Pero, ¿qué micromotor es el más adecuado dentro del sector dental? 

Los ánodos de protección catódica tienen como función principal proteger estructuras metálicas que, generalmente, se encuentran sumergidas. No obstante, estos sistemas de protección frente a la corrosión del agua tienen una duración limitada.

¿Cómo se emplean los ánodos de protección catódica? ¿Cuál es su vida útil? ¿Por qué se les denomina, también, ánodos de sacrificio? En este post, detallamos todas las respuestas y algunas curiosidades sobre este sistema de protección. 

Uno de los sectores en el que se utilizan de manera habitual micromotores eléctricos es el de la juguetería, además de la maquetería o el modelismo. 

En la era de la tecnología parece que nos hemos acostumbrado a que juguetes o miniaturas realicen movimientos, e incluso, cuando vamos a adquirir algún objeto lúdico, infantil o no, que realice ciertos movimientos nos parece algo de los más normal. Es más, cuando no se mueve, nuestra frase más habitual es “ este no hace nada”.

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