03 Ene Ánodos de protección catódica en buques
¿Has oído hablar de los ánodos de protección catódica? Esta fórmula de protección para elementos metálicos en permanente contacto con el agua, como puede ser un buque, se acopla a la estructura para deteriorarse en su favor y que sufra el menor deterioro posible. ¿Qué materiales se utilizan para esta técnica de protección y qué ventajas proporcionan unos frente a otros? ¿Qué elementos se tienen en cuenta para diseñar la mejor protección? En las siguientes líneas detallamos todas las respuestas.
Materiales utilizados en la protección de buques
En la protección de buques por ánodos de sacrificio, suelen utilizarse elementos de metal menos noble que el que presenta la estructura del buque. En este sentido, los materiales más utilizados son las aleaciones de Zinc y aluminio. Eso sí, el magnesio también se utiliza, pero con aleación. De lo contrario, su deterioro en ambientes marinos será excesivamente rápido y, en consecuencia, no será rentable.
En cuanto a los ánodos de protección catódica fabricados con aluminio, al ser más ligeros, permiten reducir el peso muerto de la estructura. No obstante, el material más popular para la protección catódica de buques es, sin duda, el zinc, pues nunca producen sobretensiones, lo que evita daños en la pintura. Este fenómeno se debe fundamentalmente a su potencial frente al acero del buque (0,20 V aproximadamente).
¿Cómo se calcula la protección catódica del casco?
Para realizar los cálculos de protección catódica del casco de un buque correctamente, hay que tener en cuenta los siguientes parámetros:
- Disposición general del buque.
- Obra viva: es la zona del casco situada bajo la flotación máxima.
- Superficie mojada: es la superficie expuesta de la obra viva en m2 .
- Especificaciones de la pintura de la obra viva.
- Tiempo previsto para entrada a dique, que consiste en la introducción y apoyo de la nave sobre una disposición de bloques de varada previamente dispuestos.
Condiciones para diseñar las mejores soluciones de protección catódica en buques
A la hora de diseñar los sistemas de protección catódica, es imprescindible tener en cuenta ciertas condiciones electroquímicas y mecánicas, como la temperatura, el grado de salinidad o la resistencia a la disolución del oxígeno.
Solo teniendo estos datos sobre la mesa podremos calcular la densidad de corriente eléctrica requerida para dar a la superficie a proteger un potencial suficiente.
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